Durante los meses de verano, Roma sufre un intenso tráfico de turistas, lo que se traduce en largas colas para acceder a los lugares de moda y en ajetreadas excursiones de un día en un clima húmedo y pegajoso. Recomendamos visitar Roma justo fuera del verano. Mayo y septiembre son meses ideales para disfrutar de una Roma más relajada y auténtica.
El metro urbano de Roma funciona con sólo dos líneas, la Línea A (marcada en rojo) y la Línea B (marcada en azul), y es lo suficientemente sencillo como para que los recién llegados puedan utilizarlo con facilidad. Un paseo por sus callejuelas y avenidas le enamorará desde el primer momento.
La mejor manera de explorar la ciudad eterna es con una excursión en autobús turistico de Roma. Para experimentar el estilo de vida romano, no debe perderse atracciones como el Coliseo, el Foro Romano, la Ciudad del Vaticano, la Capilla Sixtina, la Basílica de San Pedro, Nápoles y Pompeya. Además, no olvide adentrarse en la vibrante escena gastronómica de la ciudad y en la cultura de gentes decididas a disfrutar de todos los lujos que la vida puede ofrecer, helado incluido.
Roma es una ciudad relativamente segura, pero siempre conviene extremar las precauciones cuando se viaja a lugares nuevos. Tenga siempre cuidado con los carteristas. Para recibir ayuda en caso de emergencia, llame al 113. Por la noche, camine por zonas bien iluminadas y manténgase alerta y desconfíe de los extraños, sobre todo si viaja solo.