Entre los profundos y revueltos mares de un azul intenso y las montañas cubiertas de nieve se sitúa una pequeña ciudad llena de personalidad. La capital más al norte del mundo y destino turístico que crece con una rapidez abrumadora, Reikiavik, la remota ciudad de Islandia, mantiene una apariencia global, con lugareños creativos forjados en artes, cultura y círculos culinarios. Una cultura que transmite las relaciones intrínsecas de la ciudad y que cuenta con unos alrededores naturales impresionantess; la ciudad portuaria de Reikiavik cuenta con museos y grandes galerías de arte, un diseño urbano progresivo, restaurantes y cafés a la última, una vida nocturna legendaria y mucho más, todo ello descansando sobre una rotunda apreciación del mundo épico que le rodea. Tanto si se sumerje en uno de los baños termales de la ciudad, realiza un paseo por las montañas cercanas como si bucea entre las placas tectónicas, explorar es un imperativo cuando visita la capital de Islandia. Literalmente pero también de forma figurativa, Reikiavik es un soplo de aire fresco para los viajeros, su paisaje polar, una localización remota y la afabilidad de sus lugareños para con los turistas hacen que sea un lugar al que desear ir una y otra vez.
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