Resumen
Siente la esencia de lo holandés con un recorrido en grupos reducidos a bordo de una cómoda miniván de lujo. Admira los tulipanes de Keukenhof, aprende acerca de la elaboración del queso holandés, contempla los molinos de viento históricos y los zuecos de madera de Zaanse Schans y empápate de la magia de Volendam.
Destacamos
• Paseo panorámico por los campos de flores que rodean Keukenhof
• Adéntrate en el jardín de bulbos de Keukenhof
• Explora los molinos de viento de Zaanse Schans
• Aprende acerca de la elaboración del queso holandés en una antigua granja
• Paséate por las calles de Volendam y siente la magia de este pueblo de pescadores
• Contempla a los maestros artesanos de zuecos manos a la obra
• Admira los hitos de Volendam, incluida la antigua lonja
La primera parada del día serán los campos de flores que rodean Lisse, donde disfrutarás de un recorrido panorámico por la zona. Según la temporada, podrás admirar un manto de flores de caso cualquier color.
A continuación, pon rumbo a Keukenhof, otrora un huerto de verduras y especias, hoy en día el jardín de flores más grande del mundo. Piérdete en la belleza de los 15 kilómetros de senderos y 32 hectáreas de jardines donde se plantan millones de bulbos cada año. Tulipanes, jacintos, narcisos y otros bulbos se convierten en una colorida alfombra que decora el suelo de los jardines.
Tras unas 3 horas y 30 minutos en los jardines, vuelve a la carretera para seguir la aventura hacia Zaanse Schans, el pueblo de los molinos de viento. El pueblo, un área de conservación al aire libre, está situado a orillas del río Zaan y alberga la arquitectura original de los siglos XVIII y XIX. Admira los molinos de viento y las casas de madera y observa a los maestros artesanos manos a la obra, incluido un fabricante de zuecos, los zapatos de madera de los Países Bajos.
Disfruta de tiempo libre para explorar el pueblo por tu cuenta y, si lo deseas, visita un molino de viento antes de volver a la carretera y viajar a través de los pólder de Beemster, la superficie terrestre ganada al mar del Norte.
Haz un alto en el camino en una quesería local y cata el queso holandés antes de seguir el recorrido Volendam, la última parada del día. Este pueblo costero, afamado por su bullicioso puerto desde 1875, es el lugar ideal para llevarte algún suvenir del día o hacerte una foto en el traje tradicional holandés.
Rematamos el día con la vuelta a Ámsterdam.