Como la mayoría de las ciudades europeas, esta ciudad es más popular durante los meses de verano, y el frenesí turístico de Ámsterdam alcanza su punto álgido entre finales de julio y principios de agosto. La mejor época para visitarla es durante la estación de los tulipanes, cuando los capullos florecen y se celebran numerosas fiestas locales. La fiebre floral comienza en marzo y la floración se prolonga hasta mayo.
Ámsterdam es una de las ciudades más ciclistas del mundo, y la mayoría de sus habitantes optan por desplazarse en bicicleta a diario. Los carriles bici designados y las estaciones de recogida y entrega de bicicletas hacen que subirse a este tren sea facilísimo. Muchas excursiones de un día por Ámsterdam utilizan la bicicleta como principal medio de transporte. La capital holandesa es relativamente compacta, así que si se aloja en el centro de Ámsterdam, lo mejor es que se desplace por su cuenta. Si no le apetece caminar, los abonos turísticos de los sistemas de transporte público, como tranvías, metros y autobuses, facilitan el acceso a los lugares de interés de la ciudad.
Para aprovechar al máximo su visita turística a Ámsterdam, no deje de visitar el famoso Museo Van Gogh, hacer un crucero nocturno por el Canal, reservar una visita guiada a la Heineken Experience, contemplar los tulipanes en flor en los jardines de Keukenhof y darse un capricho con la gastronomía local.
Ámsterdam es conocida por su vibrante y animada vida nocturna. Si le gusta la fiesta, es el lugar ideal. Con su gran variedad de pubs, cafés, bares y bares clandestinos, no le faltará donde elegir.
Hay muchas actividades que hacer en Ámsterdam. Para reducir la lista, puede visitar Zaanse Schans y Bruselas en una excursión de un día, reservar una excursión en autobús Hop-On Hop-Off, asistir a un festival en curso, hacer un recorrido a pie por la ciudad o darse el gusto de hacer catas de cerveza para aprovechar al máximo su viaje.