Mónaco y Montecarlo

Cuando dejemos atrás Niza detente durante un instante en Mont Boron y disfruta de unas vistas panorámicas de la ciudad vieja y del castillo de Niza. Al otro lado de la montaña se encuentra Villefranche, una localidad situada en una impresionante bahía rodeada de verdes colinas. Villefranche cuenta con 2 fortificaciones históricas, el Fuerte de Mont Alban y la Ciudadela de Saint-Elme, un recordatorio de su ubicación entre Francia e Italia.

Tras llegar a la ciudad de Mónaco disfrutarás de 45 minutos de tiempo libre en los alrededores del Palacio del Príncipe, situado en un promontorio elevado que se conoce como la Roca de Mónaco. (El palacio abre al público entre los meses de junio y octubre). A continuación nos dirigiremos a Montecarlo, al otro lado del puerto, para disfrutar de un tour guiado de la zona y explorar la zona del casino. En el viaje de regreso nos detendremos para visitar el pueblo de Èze, que preside Cap Ferrat desde lo alto de una colina, donde podrás explorar sus laberínticas callejuelas empedradas. Mientras que Mónaco es famosa por su ostentosa riqueza, esta zona es conocida por ser donde la gente sencilla y discreta busca refugio. Admira las casas de piedra por las que parece no pasar el tiempo y pasa debajo de los antiquísimos arcos de este pueblo que parece haber sido sacado de una postal.