Goreme, Uchisar, Kaymakli, valle de Pasabag y Avanos – Tour privado de un día entero con almuerzo

Adéntrate en la belleza de Capadocia, un oasis donde abundan paisajes formados por la erosión del viento y el agua.

Los volcanes inactivos de Erciyes y Hasan estuvieron activos durante miles de años, en continua erupción, por lo que cubrieron la región con un manto de toba volcánica que se erosiona con facilidad debido a su carácter blando.

Empieza la aventura en Goreme, un complejo monástico fundado por san Basilio en el siglo IV como el primer centro monástico del cristianismo.

La segunda parada del día será Uchisar, una ciudadela en roca natural desde cuya cima se puede contemplar una de las vistas más bonitas de toda la región.

Viaja a través de Ortahisar y saca tu cámara de fotos para capturar la belleza de los coloridos valles que destacan por la multitud de chimeneas de hadas y muchas otras formaciones rocosas como las tres bellezas, las Three Beauties por su nombre en inglés, envueltas en un aura mágico gracias a las leyendas que las rodea.

Capadocia presume de su legado hitita, griego, romano y turco que puede apreciarse en las viviendas esculpidas en la roca. Ábrete el camino hacia el valle de Pasabag y admira la vista de las ermitas en forma de torre que parecen esculpidas por artistas contemporáneos. Aprende acerca de la destreza de las mujeres de Capadocia, conocidas por su talento artesanal y por tejer las mejores alfombras turcas.

Sé un privilegiado al visitar un taller de la zona, donde podrás mezclarte con los locales y ver en primera persona cómo componen su «poesía entretejida»

Continúa la aventura hacia la ciudad subterránea de Kaymakli, un asentamiento subterráneo compuesto por casas cueva trogloditas, donde vivieron los primeros cristianos que huyeron de los invasores. Descubre los detalles de la autodisciplina de los habitantes de las ciudades subterráneas y las condiciones que tenían que sufrir.

Por último, haz un alto en el camino en Avanos, la ciudad fundada por los hititas a orillas del río Kizilirmak, antiguamente conocido como el río Halys. Los hititas aprovecharon la arcilla roja que rodeaba el río para crear cerámica, usando ya la rueda de alfarero en el II milenio a. C.