Ernest Hemingway dijo una vez: "Sólo hay dos lugares en el mundo donde podemos vivir felices: en casa y en París".
Antiguamente conocida como Lutecia, el nombre de París surgió en el siglo IV. La Ciudad del Amor es conocida por el mágico encanto de la Torre Eiffel, y con razón. Después de subir 1.665 escalones, puede llegar a la cima de la Torre Eiffel para contemplar unas vistas que le dejarán sin palabras, ¡literalmente! Con más de 20.000 lámparas que se iluminan durante 5 minutos cada hora completa, la Torre Eiffel es la favorita de muchos por su encanto nocturno.
El Museo del Louvre es la atracción turística más visitada de París. Expone unas 35.000 obras y tardará unos 200 días en verlas todas si dedica 30 segundos a cada una. Un sueño hecho realidad para cualquier aficionado a la historia.
Además del placer estético, París es el paraíso gastronómico para los entendidos. Con más de 40.000 restaurantes, no deje de sumergirse en la deliciosa comida francesa. Para desentrañar aún más los misterios de la comida, visite uno de los mayores mercados mundiales de alimentos al por mayor durante su viaje a París.
Para darle un toque especial, puede participar en el concurso anual "Grand Prix de la Baguette de Traditional Francaise de la Ville De Paris" para adjuntar la mejor baguette de París. Si es la primera vez que visita la ciudad, confíe en sus pies (y en sus mejores zapatos de andar por casa) para sortear el enorme tráfico de la ciudad, ya que en París no hay ni una sola señal de stop. Mientras camina, busque un pequeño punto de hormigón llamado "Punto Cero" que marca el centro de París. Se encuentra en Notre Dame y todas las distancias se miden desde allí.